Una maldición (recurrente, sin preferencias, e incolora) - 2

-TRADUCIDO Y EDITADO de Fair Mormon, sujeto a revisiones y/o actualizaciones posteriores.

QUE ERA EXACTAMENTE LA MALDICIÓN LAMANITA?


-SEGUNDA PARTE

LA MARCA PUEDE VARIAR DE GRUPO A GRUPO


Como se mostró anteriormente, la marca puede variar de grupo a grupo.
Los Amlicitas se marcaron a sí mismos, y esto fue tomado por los Nefitas como una indicación de “marcaje” divino.

Muchos SUD tradicionalmente han asumido que la "marca" fue un cambio literal del color racial de piel. Ciertamente hay versículos que pueden ser leídos desde esta perspectiva.
Una pregunta clave, sin embargo, es si los miembros modernos leen los hechos del libro de mormón a través de las preocupaciones y perspectivas de su propia sociedad.
La sociedad Americana estaba (y, hasta cierto grado, continua estando) agitada por temas relacionados a la raza, especialmente por la esclavitud de personas con piel de color obscuro y sus consecuencias.

Como un resultado de esto, los miembros del siglo 19 - y el 20 - pueden haber leído como literales, pasajes que eran mucho menos literales para los nefitas.

Douglas Campbell ha completado un análisis exhaustivo de todas estas referencias en el libro de mormón. El encontró que había 28 usos del término "blanco" / "blancura" en el libro de mormón.
El las dividió en varias categorías:
  1. Vestidura: símbolos de pureza o limpieza.
  2. Fruto (del árbol de la vida): luminosidad o santidad.
  3. Piedra (clara y blanca): las piedras literalmente blancas no son claras, son opacas. Así, “blanca” es de nuevo un término para indicar santidad o luminosidad.
  4. Cabello (negro o blanco): una única mención (basada en el Sermón del Monte de la Biblia del rey Jacobo) emplea el término como una alegoría o símbolo.
  5. Jesús, su madre María, o aquellos purificados por él: exquisito, radiante, admirable.
  6. Gentiles: todos los Gentiles, en consecuencia no describe el color de piel sino lo bello, puro, y justo de ellos.
  7. Los salvos: puros, santos, sin macha.
  8. Como un par de contraste(s) (negro y blanco, esclavo y libre): juegos de opuestos.
  9. Los nefitas: vea abajo.

Así, prácticamente todas las demás ocurrencias de la terminología blanco/negro reflejan condiciones espirituales o simbólicas, y no el color literal.

Es probable que los Nefitas no hayan tenido la preocupación Americana moderna con respecto al color de la piel, y por consiguiente no estuviesen agobiados con nuestra tendencia a suponer que las referencias sobre piel automáticamente implican raza.

Por lo tanto, Campbell finaliza así:
Nefitas de piel “blanca” y Lamanitas de piel “negra” son metáforas para expresar culturas distintas…, no son frases sobre el color de piel. La mayoría de los miembros de la iglesia cree que los descendientes de los Lamanitas vivían en las Américas cuando Colon llego. Pero los Lamanitas de entonces no eran de piel negra; no eran siquiera de piel roja. Ya que la “piel de oscuridad” es una metáfora, así también lo es la “piel blanca” de los Nefitas. Quizás 3 Nefi 2: 15-16, en donde a los lamanitas se les retira la maldición, cumple 2 Nefi 30: 6. En estos 2 primeros versículos, el Lamanita se ha vuelto “blanco y deleitable”, no “puro y deleitable.”
No creo que el Señor haya tornado su piel blanca en un parpadeo. Estos Lamanitas… se volvieron Nefitas culturalmente hablando.

Muchos idiomas tienen similares etiquetas de color para asuntos no visuales.
Como Steven Pinker de la dirección del centro para la neurociencia cognitiva en El Instituto Tecnológico de Massachusetts, menciona:
Es la costumbre, no la percepción del color, lo que nos dice que un Caucásico enfermo esta verde; uno frio, azul y uno asustado, amarillo.

TAMBIÉN HAY INSTANCIAS EN LAS QUE EL COLOR DE PIEL NO CUENTA, CUANDO DEBERÍA HACERLO – SI EL CAMBIO EN EL COLOR DE PIEL ES LITERAL Y EVIDENTE

También hay instancias en las que el color de piel no cuenta, cuando debería hacerlo – si el cambio en el color de piel es literal y evidente.

Estas excepciones deberían de sugerirnos que el sentido literal de aquellas expresiones es inapropiado, ya que no encaja en algunos pasajes textuales.

Por ejemplo, el Capitán Moroni quería retratar a sus soldados como si fuesen “Lamanitas” :
Mando a buscar entre sus tropas a alguien que fuese descendiente de Laman, y sucedió que encontraron a uno.
Luego, lo envió a los Lamanitas junto con una tropa de soldados Nefitas, y este último fue capaz de engañarlos:
Y los nefitas estaban bajo custodia en la ciudad de Gid; por lo tanto, Moroni designó a Lamán, e hizo que lo acompañara un reducido número de hombres.
Y cuando anocheció, Lamán fue a los guardias que estaban vigilando a los nefitas, y he aquí, lo vieron venir y le gritaron; pero él les dijo: No temáis; he aquí, soy Lamanita. Nos hemos escapado de los nefitas, y están dormidos; y he aquí, hemos traído de su vino con nosotros.
Y cuando los lamanitas oyeron estas palabras, lo recibieron con gozo…(Alma 55: 7-9).

Si el color de piel es el problema, entonces el que un único Lamanita venga con un grupo de nefitas debería ser fácil de notar.
Pero, en este caso, no lo es.
¿Por qué pues, era necesario que un Lamanita participara activamente en el plan de Moroni?

Un Lamanita “innato” fue probablemente necesario porque había diferencias de idioma o pronunciación entre el pueblo de Nefi --incluidos aquellos que se les unían y habían vivido ya con y/o como nefitas por años-- y los lamanitas (véase: La pronunciación de los de Efraín, de la palabra “Shibolet” y la de otros. Jueces 12: 6).

Noten que el libro de mormon dice que “cuando los lamanitas ‘oyeron’ estas palabras,” se relajaron y aceptaron la carnada Lamanita acompañada por sus tropas nefitas.
Lo que ellos podían “ver” no había cambiado, y ciertamente si un Lamanita de piel oscura se asoma con un grupo de nefitas de piel blanca, ellos estarían desconfiados independientemente de lo que él haya dicho.
Pero, si los nefitas y los lamanitas son indistinguibles a nivel físico si se visten apropiadamente, entonces su alivio repentino al hablarles un Lamanita innato es comprensible.
Este hecho era seguramente obvio para Mormón y el Capitán Moroni.

El Texto no nos lo explica (ya que era obvio para los escritores), pero para el lector cuidadoso las pistas están definitivamente allí.

Este pasaje es absurdo “si” el color literal de piel es el problema.
Ahora bien, tiene lógica si los nefitas y los lamanitas son a menudo indistinguibles físicamente, pero tienen algunas diferencias de lenguaje que son difíciles de “imitar” para alguien que no es Lamanita (que no es, culturalmente hablando, uno de ellos).

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