Historias de la Gran Apostasia: el Valentinismo (o el Valentiniano)

Fue una de las notables corrientes del cristianismo gnóstico. Fundada por Valentin en el siglo segundo D. C., su influencia se extendió verdaderamente mucho, no solo por Roma, sino además de Africa Noroeste pasando por Egipto a Asia Menor y Siria en el este.

Posteriormente en la historia del movimiento se divide en rama Este y rama Oeste. Sus adeptos continuaron activos cuando llega el 4º. Siglo D. C., luego de que el Imperio Romano fue declarado cristiano.

Valentin y el movimiento Gnostico que llevaba su nombre fueron considerados amenazas a la proto-orthodoxa Cristiandad por parte de sus lideres y eruditos eclesiásticos, no solo debido a la influencia, también por su doctrina, creencias y practicas. Los gnósticos era tachados de herejes, asi que importantes Padres Apostolicos como Irineo e Hipolito de Roma escribieron contra el Gnosticismo. La gran parte de las evidencias que posibilitan un saber de la teoría  Valentina proceden de sus críticos y detractores, singularmente de Irineo, ya que el estaba especialmente ocupado en refutar el Valentinismo.

Historia

Valentin nació aproximadamente en el 100 D. C. y falleció en Alexandria alrededor del 180 D. C. De acuerdo con el erudito cristiano Epifano de Salamis, el nació en Egipto y se educo en Alexandria. Clemente de Alexandria (aprox. 150 – aprox. 215), otro erudito y maestro cristiano, indica que Valentin atendió clases con Teudas, un discípulo del apostol Pablo. Tenia fama de ser hombre de bastante eloquencia que tenia carisma por montones, un nato para atraer personas. El fue a Roma en algun momento entre 136 D. C. y 140 D. C., al tiempo del Papa Higenio, y su carrera en la enseñanza rebosaba  durante el 150 al 155 D. C., momento de Pius.

Se dice que Valentin fue un muy existoso maestro, y por algun tiempo a mitad del 2º. Siglo fue incluso un importante y muy respetado miembro de la comunidad católica de Roma. Inclusive en una etapa de su carrera hubo estado cerca de obtener el oficio de obispo, y aparentemente fue luego de este desplante que el se separo de la iglesia católica. Se dice que fue un escritor prolífico; sin embargo, los únicos restos  de su portafolio se obuvieron de citas que Clemente de Alexandria, Hipolito y Marcelo de Ancrya  perpetuaron. La mayoría de los eruditos también creen que Valentin escribió el Evangelio de la Verdad, uno de los textos de Nag Hammadi.

Valentinos sobresalientes tenemos a Heracleon (fl. Ca. 175), Tolomeo, Florino, Axioniceo y Teodoto.

El sistema valentino

La teología que Irineo le atribuye a Valentin es extremadamente complicada y difícil de seguir. Hay cierto escepticismo entre los eruditos en cuanto a que el sistema realmente se haya originado por el, y varios creen que el sistema que Irineo estaba reprimiendo fue obra de valentinos tardios.

Sinopsis

Según Irineo, los valentinos creían que al comienzo había una Pleroma (literalmente, una “plenitud”). En el centro de la pleroma estaba el Padre primario o Bythos, el principio de todas las cosas quien, luego de eras de silencio y contemplación, proyecto treinta Aeons, arquetipos celestiales que hacían quince syzygies o pares complementarios sexualmente. Entre ellos estaba Sophia. La debilidad, curiosidad y pasion de Sophia resulto en su caída de la pleroma y a la creación del mundo y del hombre, ambos defectuosos. Los valentinos identificaron al Dios del Antiguo Testamento en el Demiurge, el creador imperfecto del mundo material. El hombre, el ser supremo en este ámbito material, participa de la naturaleza espiritual y la material, de ambas. Todo de la redención (el sacrificio en si / el efecto de el sacrificio) consiste en liberar la primera de la segunda. Uno necesitaba reconocer al Padre, el  fondo de todo ser, como la fuente real de poder divino para poder lograr gnosis (conocimiento). Los valentinos creían que el lograr este conocimiento por el individuo humano tenia consequencias positivas en el orden universal y contribuía a restaurar dicho orden, y ese gnosis, no la fe, era la clave de la salvación. Clemente escribió que los valentinos consideraban a los cristianos católicos “como gente simple a quienes concedían () la fe, pero (/ católicos decían que) el gnosis estaba  en ellos (valentinos / catolicos). Mediante la excelente semilla que se haya en ellos, son (por dicha naturaleza / por la muerte de lo fisico) redimidos, y su gnosis se haya asi de distanciado de la fe como lo espiritual de lo fisico”.

Aeons

La superestructura del sistema celestial, el mundo celestial de los Aeons, la trazaremos aquí abajo con tada su complejidad. Estos Aeons pertenecen al mundo enteramente ideal, nouménico, inteligible o imperceptible; son inmateriales, son ideas hipostáticas. Junto con la fuente de donde emanan forman la Pleroma. La transición de inmaterial a material, de noumenico a sensible, viene por un defecto (/ falta), o  una pasión, o un pecado, en el Aeon femenino Sophia.

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Epifano asegura que los valentinos “como una narrativa mitológica (biografia) concibieron sus treinta aeons, creyendo que estos se correspondían con los años de Jesus (suponían que vivio solo 30 cuando fueron 33)”.  De los ocho seres celestiales del Ogdoad, cuatro son únicos al sistema valentino. El tercer par de Aeons, Logos y Zoe, aparecen solo en este (/ esta sección, por ello se dice que juan y el “logos/palabra en el principio con Dios” del texto influencio la colocación de este aeon), y su posición varia, en ocasiones antes  y en otras después del par cuarto de Aeons, el Anthropos y el Ekklesia. No hay pierde en suponer que valentino fue influenciado por el prologo del cuarto evangelio (también hallamos los probablemente nombres joanicos Monogenes y Parakletos en la serie de Aeons). (la influencia porsiblemente también este en el numero 30 si juan no registra el fallecimiento o algo asi)

Sofia

En el valentinismo, Sofia siempre permanece soberana del centro del sistema, y en cierto modo parece ser el principio femenino (margaret barker quizá) supremo.

Sofia es la mas joven de los Aeons. Percatandose de la multitud de Aeons y del poder procreador de estos, ella se apresura de regreso a la profundidad que es el Padre, y trata de emularle produciendo descendencia sin contacto matrimonial, pero solamente proyecta un aborto, una substancia sin forma. A causa de esto (sucedido esto) ella es exiliada (echada) de la Pleroma a el sustrato original de la materia. En los sistemas valentinos, la caída de Sofia tiene dos giros. La Sofia mayor aun se encuentra dentro del mundo superior  luego de haber provocado la alterracion, y tras su expiación y arrepentimiento; no asi su descendencia prematura, Sofia Achamoth, que es removida de la Pleroma, y se vuelve la heroína por el resto del drama. Esta sofia caída llega a ser un poder creativo mundial. Sofia Achamoth o “Sabiduria Inferior”, la hija de “Sabiduria Superior”, se vuelve  la madre del Demiurge, identificado con el Dios del Antiguo Testamento.

Los Gnosticos son hijos de Sofia; de ella descendió la semilla celestial, la chispa divina a este bajo mundo (reino, esfera), el cual (/ semilla / sofia) esta sujeto al Heimarmene (destino) y bajo el poder (posesion) de espiritus y potestades (poderes) hostiles; y todos sus (de sofia y sus hijos / los espiritus…hostiles) sacramentos, misterios (), sus formulas y simbolos, deben hacerse bien para tener ascenso, de regreso al mas alto cielo. Esta consciencia manifiesta en los Gnosticos de saber por uno mismo que se esta en un mundo hostil y malvado, esta idea siguió (se proyecto en) la misma dirección al concebirse Sofia (). Ella (esta idea de estar en un estado perdido y caido) se volvió de igual manera un Aeon caído, que se  ha hundido en el mundo material y busca (confía en) liberarse de  este, gracias a un Redentor celestial y la libertad que trae en sus manos liberalmente, justo como los Gnosticos también lo anhelan.

La diosa que se hunde en lo material puede sin problema identificarse con Ruach (רוח), el Espiritu de Dios, que contempla (empolla) el Caos, o incluso con el posterior Chokhmah, que por lo general se le consideraba como un agente creador de mundos.

FIN de la PRIMERA PARTE