José Smith y sus documentos: Una introducción - Parte 2


TRADUCIDO Y EDITADO de El Proyecto de los Documentos de José Smith, sujeto a revisiones y/o actualizaciones posteriores.

-SEGUNDA PARTE


Orígenes.

Los orígenes de las traducciones no son fácilmente identificables como para satisfacer a todos y cada uno. Smith tenía poca educación y ningún antecedente de experimentación literaria. De hecho, nada en su historial le preparó ya sea para traducir o para conducir una iglesia. No contaba con riqueza, nicho social, tampoco educación para semejante trabajo.

El bisabuelo paterno de José Smith, Samuel Smith, un novo inglés de tercera generación, ocupó oficios políticos locales en Topsfield, Massachusetts, una villa al norte inmediato a Salem, pero falleció con sus bienes deudos. Su hijo Asael Smith migro a Vermont y adjudicó granjas a sus hijos, permitiéndoles al padre y la madre de José Smith, José Smith señor y lucy Mack, iniciar vida de casados con una extensión de tierra substancial y prospectos favorables. José señor se dió a la tarea de abrir un abastecimiento para exportar raíz de ginsén a China puesto que por entonces los mercaderes Yankees, libres de las restricciones del sistema mercantil británico, estaban enviando embarcaciones alrededor del planeta. Pero requiriéndole endeudarse, las incursiones comerciales--- y la deshonestidad de un compañero de negocios--- lo llevaron a su ruina financiera.

El perdió su granja y por los siguientes 14 años trabajo tierra arrendada para sustentar a su familia.

José Smith hijo nació el 23 de diciembre de 1805, en Sharon, Vermont, el quinto de 11 hijos. La familia Smith se mudaba cada pocos años a lo largo de su niñez hasta por ahí del 1816, cuando migraron a Palmyra, Nueva York, un pueblo adyacente a la futura ruta del canal Erie. Allí ellos adquirieron una granja en la población contigua de Farmington (posteriormente Manchester) y comenzaron a despejar el terreno, pero incluso los esfuerzos combinados de una gran familia fueron insuficientes para retener la granja. Los Smiths cometieron el error de empezar una casa de armazón para reemplazar su casa de troncos, y cuando el gasto adicional hizo imposible cumplir con los pagos de la granja, los dueños anularon el contrato.

A causa de la situación financiera de la familia, José hijo adquirió no más que unos pocos años de enseñanza durante los raros periodos cuando su familia podía prescindir de su trabajo. Al respecto de las aspiraciones de la familia, habla el que su hermano mayor Hyrum asistió a la escuela auspiciada mediante caridad, Moor en Dartmouth, pero José no fue tan afortunado en su educación. Él quedaba aún más en el limbo pues tampoco se formó en una iglesia. Las familias de sus padres en ambas líneas habían perdido contacto con las iglesias congregacionales de Nueva Inglaterra. El abuelo Asael Smith, aunque primordialmente un congregacionalista, simpatizaba con doctrinas universalistas. José padre perdió la confianza en la integridad de todas las iglesias. Él tenía sueños de andar errante por el desierto en busca de paz y salvación. Cuando su esposa, Lucy, se unió a los presbiterianos en Palmyra, él se negó asistir.

Lucy Mack Smith era más benigna a la idea de congregarse que lo que era su esposo. Su madre, Lydia Gates Mack, era la hija de un diácono congregacional. Su padre, Solomon Mack, a pesar de haber vivido sin religión la mayor parte de su vida, finalmente se convirtió a la cristiandad entrado en edad. Su hermano Jason se volvió un "buscador", como solía decirle ella--- aquel que estaba buscando la religión verdadera. Temprano en su vida, luego de pasar por una enfermedad grave, Lucy trato de hallar una iglesia pero no pudo confirmar en ningun pastor al correcto. Cuando ella finalmente se afilió con los presbiterianos en Palmyra, tres de sus hijos--- Hyrum, Sophronia, y Samuel--- asistieron junto con ella. José hijo se quedaba en casa con su padre.

En su búsqueda por asirse de lo divino, los Smiths yacian susceptibles a la magia folklórica aún en su apogeo en la América rural de inicios del siglo 19. Albergando la esperanza eterna del pobre por riquezas rápidas, José Smith padre busco por tesoros perdidos, a menudo con la ayuda de José hijo. Como muchos otros de sus vecinos, la familia combinaba el uso de varas de adivinación y piedras videntes con formas convencionales de adoración cristiana. En sus tempranos 20s, José hijo tuvo que apartarse él mismo de la banda local de buscadores de tesoros antes de que él pudiera enfocarse en su llamado a traducir el libro de mormón.

Si bien los Smiths se relacionaban a las iglesias aunque sea intermitentemente, éstos sí eran religiosos. Ellos leían la Biblia juntos, y como un jovencito José hijo sintió la necesidad de su salvación personal. Él estaba frustrado por el caos denominacional de la república temprana, el cual no podía ser más confuso que en el distrito altamente evangelizado apodado el "... incinerado" que era donde los Smiths vivían. Las visitas constantes de predicadores del avivamiento mantenían la congoja religiosa en una nota alta, sin embargo el torbellino de voces en contienda dificultaba saber a dónde acudir por instrucción. La división dentro de la familia agravó la confusión de José hijo. Habría él de seguir a su madre a la iglesia presbiteriana o habría de unirsele a su padre en su abstinencia? Entre la guerra de palabras, contó él, no podía hallar respuesta a la pregunta de "Cuáles de todos estos partidos son acertados?".

En 1820, en un lugar solitario de dónde su familia había estado despejando tierra, el oró por una respuesta. De acuerdo con su relato, él al principio fue incapaz de hablar ya que una fuerza invisible casi lo destruye. Entonces, llevándose al límite, clamó a Dios y vio 2 personas, el Padre y el Hijo, en "un pilar de luz". Uno le dijo que le eran perdonados sus pecados y, como respuesta a su pregunta, le dijo que él no habría de unirse a ninguna iglesia; que ellas tenían "apariencia de piedad" pero que carecían el poder de está. Un mundo sojuzgado con Iglesias estaba no obstante privado de religión verdadera.

En 1823, tres (3) años después de su primera visión, José Smith fue nuevamente visitado por un mensajero del cielo. De acuerdo con la narración posterior de la historia por parte de Smith, mientras oraba por perdón una noche él notó que una luz se aparecía en su cuarto. Al momento, un ángel de túnica blanca estaba en el aire delante de él. El ángel se presentó como Moroni y habló del registro de un pueblo que habito antiguamente los continentes americanos. Moroni, Smith se enteraría, era el último en una larga línea de profetas en el hemisferio occidental quienes habían escrito sus historias, justo como los profetas en Palestina habían escrito la Biblia. Smith descubriría el libro, le fue dicho, escrito en planchas de oro enterradas en una colina cercana a su casa, ésto es Manchester. Su tarea era traducir el registro. En 1827 él obtuvo la tenencia de las planchas, y en 1828 él comenzó la traducción con la ayuda de un instrumento de interpretación, posteriormente llamado un Urim y Tumim, que consistía de dos piedras fijadas en un arco y adjuntadas a un pectoral. Su esposa, Emma Hale, con quien se casó en enero de 1827, fue la primera en escribir lo que él dictaba, le siguieron otros como el joven maestro de escuela Oliver Cowdery.

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